¿Qué es un coach?
Suele ser la pregunta que me hacen cuando conozco a una persona y le digo que soy coach. Y la respuesta es bastante sencilla: una persona que trabaja para que su cliente alcance su objetivo, utilizando para ello el método del coaching. ¿Qué no te queda del todo claro?
Puede que te ayude saber que el término Coach procede la palabra inglesa medieval coche, que significaba “vagón o carruaje”. Por lo tanto, un coach es literalmente un vehículo que lleva a una persona o un grupo de personas de un origen a un destino deseado. ¿Cómo? A través del método del coaching: un proceso de acompañamiento personalizado y confidencial que facilita el cambio entre el estado actual de una persona y su estado deseado.
En este breve video, podrás entender mejor cómo funciona un proceso de coaching.
¿Cómo te puede ayudar un coach?
Un coach es un facilitador que te puede ayudar a:
- Mejorar su perspectiva de las cosas.
- Poner en orden sus ideas.
- Tomar decisiones.
- Definir objetivos.
- Centrarse en lo que depende de él.
- Poner en práctica planes de acción.
- Desarrollar habilidades.
¿En qué situaciones te puede ayudar un coach?
Lo normal es que cuando sientes que todo fluye, no te acuerdes para nada de la posibilidad de necesitar ayuda externa. Sin embargo, hay momentos en los que, quieres conseguir algo que no has sido capaz de conseguir por ti mismo, o quieres conseguir algo totalmente nuevo. Es aquí donde un coach puede ayudar.
El coaching es especialmente útil cuando en tu vida personal o profesional quieres o debes:
- Afrontar procesos de cambio.
- Alcanzar nuevos objetivos.
- Tomar decisiones difíciles.
- Mejorar tu rendimiento.
- Incorporar nuevas habilidades intrapersonales e interpersonales.
Aquí tienes algunos ejemplos concretos del ámbito personal: adaptarte a un cambio de ciudad/país o a un cambio vital, tomar decisiones como elegir estudios, cambiar de ciudad/país, vivir en pareja, casarse, tener hijos, divorciarse, etc. definir y perseguir objetivos vitales, organizar mejor tu tiempo, mejorar relaciones sociales y sentimentales, etc.
Y aquí, algunos ejemplos concretos del ámbito profesional: adaptarte a un cambio de trabajo, de función o de equipo; reincorporarse al trabajo tras una baja o excedencia; tomar decisiones como aceptar una oferta laboral o dejar una empresa, buscar trabajo, buscar nuevas opciones profesionales, emprender, mejorar la comunicación, aprender a delegar, gestionar mejor el tiempo, aprender a equilibrar vida personal y profesional, aprender a gestionar y liderar equipos de trabajo, etc.
Por lo tanto, da lo mismo que seas adolescente, estudiante, desemplead@, profesor@, empresari@, autónom@, ejecutiv@… Si te encuentras en alguna de estas situaciones y tienes interés por mejorar, te puedo ayudar.
Si tienes dudas, contáctame y hablamos.